El álbum ilustrado

Trabajar con el álbum ilustrado no es algo exclusivo de las maestras y maestros de infantil. En el primer ciclo de primaria debe ser un recurso imprescindible para la animación a la lectura. Hay álbumes ilustrados muy especiales para estas edades, incluso para segundo ciclo de primaria. Otro aspecto a destacar del álbum ilustrado es que no siempre tienen que ser cuentos “acaramelados” con final feliz, también hay álbumes ilustrados que no tienen demasiada lógica ni un hilo argumental definido (El árbol rojo) y han sido estrellas de la animación a la lectura.

 Otra actividad de cara al álbum ilustrado es trabajar con  la vida y obra de los ilustradores. Por ejemplo la ilustradora Susan Jeffers nos ha llevado al mundo fantástico de los cuentos con sus ilustraciones, especialmente en los cuentos de Andersen y los hermanos Grimm. Muchos niños han pasado su infancia horas y horas mirando las ilustraciones e intentando copiarlas. La casa de Hansel y Gretel es una auténtica maravilla y te hace desear comerla. Con el tema de los ilustradores se pueden organizar entrevistas en los colegios y bibliotecas, y además numerosas actividades creativas. También se pueden elaborar paneles grandes con las ilustraciones del cuento para realizar un cuentacuentos.

 Se puede hacer una selección de páginas de ilustradores famosos o de grupos de ilustradores para analizar sus creaciones, especialmente en alguna actividad interdisciplinar con plástica.

http://ilustradoresaragoneses.blogspot.com/2009/12/mas- felicitaciones-navidenas-desde.html

Otro ejemplo de álbum ilustrado para los más mayores 8 – 9 años (o más…) es Anna Frank o la Historia de Erika, que narran las historias terribles del nazismo de otro modo, para niños y niñas de esas edades pero narradas con “casi” toda su crudeza,  de un modo adecuado para ellos y muy impactante para las personas adultas (que sabemos lo que pasó…). Con un realismo casi fotográfico en la Historia de Erika, Innocenti (Italia, 1940) trabaja con acuarela (primero nos deleitó con Rosa Blanca… que desgraciadamente está agotado). En ambas recurre a las imágenes en blanco y negro que nos recuerdan las viejas fotografías de la guerra. No tenemos que dejar de leer cuentos dramáticos a los niños o con finales tristes, ya que esta experiencia les ayuda a crecer y a asimilar que la vida muchas veces puede ser dura y no un cuento de hadas con final feliz (en esto era especialista Andersen).

Rosa Blanca o La historia de Erika son obras duras pero imprescindibles, sobre todo para adolescentes; aunque los niños y las niñas de ocho o nueve años pueden leerlo en el aula o con su familia y aprovechar para comentar un poco el drama del totalitarismo y el nazismo que asolaron Europa el siglo pasado (algo que se debería comentar especialmente en educación para la ciudadanía ya en tercer ciclo). 



















xi

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día internacional de la Biblioteca

Autor del mes de septiembre: Virgilio

Autor del mes de noviembre: José Saramago